Más horas y con menos sueldo. Este es el escenario de futuro que tienen los docentes valencianos, tras el tijeretazo aplicado por el Gobierno de Alberto Fabra a los sueldos de los funcionarios de la Generalitat, entre los que se encuentran los más de 55.000 docentes valencianos. La Consejería de Educación ha anunciado a los cinco sindicatos de la enseñanza no universitaria su intención de ampliar las horas lectivas del profesorado de Secundaria de las 18 actuales hasta 21. También, según los cinco sindicatos, se propone “reducir las plantillas de Infantil y Primaria”, con el objetivo de “optimizar los recursos humanos”.

A la masificación de las aulas se une el recorte de 1.200 profesores dedicados a tareas de compensatoria, apoyo y refuerzo y FP en 2010 y los 1.200 interinos menos que hay este curso. Ahora, con el decreto de medidas de ajuste aprobado en enero por las Cortes, los funcionarios docentes, además de cobrar hasta 300 euros menos y ver reducida su percepción salarial si están de baja dependiendo de la Seguridad Social, tendrán que lidiar con más horas lectivas y menos recursos.

La situación de quiebra financiera que padece el sistema educativo valenciano es insólita respecto al resto de España. Por primera vez tanto la red pública como la privada concertada, ha cerrado el ejercicio de 2011 en “números rojos”.

Los directores de los 1.200 colegios e institutos públicos han tenido que cerrar el balance económico de 2011 de sus respectivos centros con déficit, debido a que Educación acaba de pagar el segundo cuatrimestre y todavía adeuda el tercero de 2011.

Ante esta situación de “excepción”, los directores de los colegios de la provincia de Valencia quisieron dejar ayer constancia ante el registro de la Dirección Territorial de Educación de “la deuda de la Generalitat con la escuela pública”. Centenares de directores entregaron cartas en las que cada centro educativo “denuncia” los impagos de la Generalitat. “El CP Ballester Fandos, 32.145 euros; el CEIP Carles Salvador, 70.000 euros; el Manuel González Martí, 75.000 euros; el CEIP Jaume-Paiporta, 21.000 euros…” Y así suma y sigue, hasta llenar una pancarta. Las cartas certifican que “la Consejería de Educación no ha transferido las cantidades de 2011 que figuran en el balance” y que, por tanto, no pueden “presentar el presupuesto económico de 2011”.