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EP/LEVANTE-EMV.COM La Conselleria de Educación está trabajando en una orden que combinará los criterios de renta y de rendimiento académico a la hora de conceder diversas ayudas, como el bonolibro o las ayudas de transporte y comedor. Asimismo, negocia con el sector empresarial un acuerdo para que firmas valencianas puedan ser "pioneras" en la concesión de permisos laborales "puntuales" que permitan a los padres asistir a las tutorías e implicarse más en el seguimiento académico de sus hijos.

Estas son algunas de las novedades que ha anunciado la consellera de Educación, Formación y Empleo, María José Catalá, que ha mantenido un encuentro en Valencia con los medios de comunicación acompañada por la directora general de Calidad Educativa, Beatriz Gascó.

La titular de Educación ha subrayado la importancia de "premiar el esfuerzo" y, en esta línea, ha abogado por "volver a la beca de toda la vida, que premiaba el rendimiento académico". Para Catalá, "hay que intentar dar los mayores recursos a aquellos estudiantes que precisen más atención específica para que no caigan en el fracaso escolar" pero, al mismo tiempo, "premiar a los que obtienen el mejor rendimiento".

Con este fin, ha avanzado que su departamento trabaja ya en una norma de ayudas que contemplará, junto al requisito de renta --"óptimo en una situación económica como la actual", ha precisado-- el de las notas. De ese modo, se fijaría un tope de ingresos para, a partir de ahí, intentar reconocer a los estudiantes con mejores resultados.

Los baremos podrían fijarse --ya que aún no están cerrados, ha matizado-- "en el 30, el 40 y el 70 por ciento" de las becas en función de la renta para cubrir el gasto y, después, contemplar otro factor importante, que es el rendimiento".

Preguntada por la continuidad de otras ayudas, como el bono infantil, Catalá ha asegurado que se va a mantener aunque ha señalado que se otorgará a aquellas familias que más lo necesiten. Así, ha detallado que en la actualidad hay 35.000 concesionarios y se prevé que en los próximos años la cifra pueda pasar a 50.000, por lo que la Conselleria tratará de "hacer el esfuerzo de mantener la cantidad pero los beneficiarios cambiarán porque la bolsa de solicitantes es mayor".

Asimismo, ha recordado que, "mientras que en el curso 2004-05 se daban entre 40 y 45 euros, actualmente la ayuda llega a 160, ya que se hizo un esfuerzo importante porque la situación económica era propicia". "El bono infantil va a continuar pero el criterio va a ser la familia que más lo necesite. Nada va a ser lo que era porque las cosas han cambiado", ha sentenciado.

La consellera también ha dado a conocer la última fase del Plan de lucha contra el fracaso escolar, que durante los próximos meses se va a desarrollar en una etapa de pilotaje en una veintena de centros

--siete en Alicante, otros tantos en Valencia y seis en Castellón-- con el que fin de que los propios docentes valoren su aplicación práctica.

"Punto de inflexión"
Este programa va a ser "un punto de inflexión y un revulsivo", ha subrayado, por su parte, Beatriz Gascó, ya que va a incluir renovaciones en la metodología que los docentes llevan "años reivindicando", ha asegurado.

En este sentido, María José Catalá ha informado de que los ejes clave de este plan --que se aplicará ya el curso que viene-- son autonomía pedagógica, autoridad docente, el contrato-programa por el que los centros se comprometerán a lograr ciertos objetivos, formación del profesorado --a través, por ejemplo, de las Escuelas Oficiales de Idiomas para implementar el plurilingüismo-- y la evaluación de los resultados.

Además, se incide en la necesidad del diagnóstico precoz de posibles problemas ya en la etapa de Educación Infantil --para lo que se van a firmar acuerdos con las 'conselleries' de Sanidad, Bienestar Social y ayuntamientos para detectar incidencias físicas o sociales-- y en la mayor implicación de las familias. En este punto, la consellera ha adelantado que ya ha propuesto al sector empresarial la concesión de permisos en el trabajo "puntuales" a los progenitores para que estos puedan acudir a las tutorías, una idea que, de momento, ha recibido una buena acogida, ha aseverado.

"Como un guante"
Catalá ha agregado que la lucha contra el fracaso escolar es "el principal caballo de batalla" de esta legislatura y, por este motivo, pretende que el Plan contra el abandono sea "como un guante" y se pueda adaptar a las necesidades de los centros y alumnos. En esta línea ha hecho notar que la Conselleria ha aceptado el 94 por ciento de las alegaciones recibidas al proyecto por parte de diversos agentes educativos.

Otra prioridad del Consell, ha dicho, es ponerse al corriente de los pagos que adeuda a los centros escolares. Sobre esta cuestión, ha comentado que se está redactando un calendario de pagos "para poder sentarnos a trabajar a lo largo de este trimestre".

Catalá también ha sido preguntada por la posibilidad de que los docentes valencianos tengan que ampliar su horario. Al respecto, ha considerado que éste es "un tema que se tiene que ver con buenos ojos por parte de la comunidad educativa porque se ha planteado claramente el problema que hay: un crecimiento vegetativo para el curso 2012-2013 que, en condiciones normales, implicaría un incremento de personal de 1.000 docentes que será difícil de aplicar" dada la situación de crisis.

Catalá ha añadido que "la iniciativa se ha puesto encima de la mesa" pero ha apuntado que hay un calendario de negociación hasta abril para que, quizás, "en vez de hacer una contratación tan importante, si es necesario, se haga menos importante".

Por último, sobre la supresión de actividades extraescolares en algunos centros por los impagos, Catalá ha afirmado que en la mayoría de colegios se imparten "con normalidad" y ha observado que la normativa marca que solo el Consejo Escolar, con la mayoría pertinente, puede modificar la Programación General Anual (PGA), donde se incluyen esas clases. No obstante, ha destacado que la actitud de la Conselleria de Educación no debe ser "de represalia" sino que la Inspección Educativa debe dialogar.